lunes, 6 de octubre de 2008

Crítica Vuenosairez.com

Vuenosairez.com 3/9/2008
Destino de dos cosas o de tres

El vacío de amor de dos personajes, el entretenimiento que representa el trabajo en el cual son solo números, y la sideral distancia que tienen tanto de su propio mundo interior como del otro y sus diálogos, son los tópicos donde está vertebrada Destino, obra que en clave de comedia traza un cuadro de situación sobre el mundo que los rodea, con brillante dramaturgia.
La notable autoría de Rafael Spregelburd queda demostrada una vez más en esta pieza, en la que los personajes no poseen nombre propio sino números. La construcción de sus mundos interiores están moldeados por una realidad en la cual su humanidad tiene ribetes de máquina donde no hay riesgo posible más allá de lo establecido tanto por la sociedad en la que viven como por las reglas culturales que los rigen y el mandato familiar: "mi mamá me dijo" dirá ella, o "mi papá estaría orgulloso de mí", dirá él; ambos discursos utilizados como justificación de una vida carente de sentimientos y donde no hay lugar para la elección propia.
Dos jóvenes, él es 21.518.275, ella 28.318.533, tal sus nombres, se encuentran en una estación de tren habitada por ellos. Allí comienzan tanto sus diálogos como la exploración del otro. Así irán descubriendo sus universos mezquinos, sus realidades grises, sus seguridades escasas. La desconfianza será el motor donde se articula un mundo ya establecido y sin cambio aparente, pero que tenue pero firmemente comenzarán a modificar. Ese resquebrajamiento tomará su forma definitiva cuando la atracción entre ambos se torne indisimulable.El Amor con su caos dirá presente y los pondrá en la disyuntiva de quedarse en lo establecido o decidir por lo que el "destino" les puso en el camino.
La dramaturgia menciona (denuncia) el mundo en que nos toca vivir, donde lo económico y lo entretenido pareciera ser el único vector y factor alienante, por donde viajan un importante cantidad (o número) de vidas y que parece tener mas preponderancia que la humanidad que se diluye en nuestros contactos.
La puesta en escena se destaca en cuanto a la recreación de la estación de tren y es precisamente esto lo que eleva la apuesta de esta comedia.
Moraleja: En los Estados Unidos un viejo lema dice que detrás de un gran negocio se esconde un gran delito. En Destino, detrás de esta comedia se esconde una tragedia que se abate en nuestra sociedad, y que esta obra la pone en evidencia con un texto impecable, con una gran puesta, y con actuaciones aceptables que hacen de Destino una valida opción.

No hay comentarios: